Comenzamos cerca de la bajada a la Playa de Covachos.
La distancia que vamos a recorrer es de quinientos metros de ida, hasta situarnos enfrente de la Isla del Castro, que se une a la costa por la playa en marea baja, formando un tómbolo.
El entorno por el que caminamos es rural y bastante aíslado.
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En la imagen de Google Maps vemos de oeste a este la Playa de la Arnía y la Playa de Covachos con la Isla del castro frente a ella.
Este es el inicio del camino.
El sendero es de tierra, estrecho, con subidas y bajadas y bastante cerca de los acantilados.
Hay que caminar con precaución.
A la izquierda esta el inicio de las escaleras de bajada a la Playa de Covachos.
Nos acercamos un poco más a la entrada.
Vemos la Isla del Castro y como por la marea, ahora no está comunicada con la playa.
En la arena hay gran cantidad de algas rojas, que aquí se llama caloca, que se depositan en las playas al principio del otoño debido a los temporales y las mareas de alto coeficiente de esta época.
Los fondos marinos de esta zona son muy ricos en algas de este tipo por ello se acumula gran cantidad de ella en esta playa.
Son algas muy apreciadas en especial para la extracción del agar, utilizado en el sector de la alimentación y cosméticos.
Su recogida y manipulación es un trabajo muy sacrificado y duro que exige mucho tiempo y esfuerzo además de permisos y licencias. Por ello en muchas playas de Cantabria se ha abandonado.
Aquí vemos como las recogen en esta playa.
Las introducen en grandes sacos para izarlas posteriormente por el acantilado con cables.
Por arriba con un tractor y una polea, en una estructura metálica, elevan la carga.
Después hay que transportarla hasta unos prados donde se extiende al sol para que se seque y se desprenda la arena.
Hay que darle varias vueltas a mano o con maquinaria para que las algas se sequen completamente.
Es necesario protegerlas de la lluvia porque se pueden estropear.
La parte más cercana de la Playa de Covachos a la entrada.
Vemos la gran cantidad de algas depositas y más que están flotando.
Otro sitio que me enseño mi gran amigo Jesus y su mujer.Es un sitio precioso.Muy bueno
ResponderEliminarUn abrazo
Me encanta la ultima foto.
ResponderEliminarLuego iremos a comprar las algas por ahi fuera.
Un saludo.
Este paseo no lo conocía. Apuntado queda para futuras ocasiones. Que bonita es Cantabria!.
ResponderEliminarSaludos
Cristina
Gracias Jose Manuel, fosi y Cris. Este es un paseo que tiene unos paisajes espectaculares y poca gente lo hace. Saludos.
ResponderEliminarOtro estupendo reportaje, Lito.
ResponderEliminarDesconocía el uso que se da a estas algas y el curioso método de recolección.
Saludos.
Gracias Jota Ele. En estas playas con acantilados hay que azuzar el ingenio para sacar las algas. Saludos.
ResponderEliminarMe recuerda a un paseo que hice hace poco tiempo por la zona de Ares. Preciosos caminos a la vera del mar...
ResponderEliminarGracias Campurriana. Es un paseo muy bonito y en plena naturaleza. Y también a una buena altura sobre el mar. Saludos.
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