Aunque está cerca de la localidad, un kilómetro, está aislada de edificaciones y carece de aparcamiento y de accesos.
Se podría considerar una de las últimas playas salvajes de Cantabria.
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En la imagen de Google Maps vemos la Playa de los Caballos en Cuchía.
La Playa de Cuchía, que está cerca, cuenta con un amplio aparcamiento.
Podemos dejar el coche allí y caminar quinientos metros hasta el mirador cercano a la Playa de los Caballos.
El mirador está en el borde de los acantilados de la costa, que alcanzan bastante altura en esta zona.
Hasta la primera entrada a la playa hay doscientos metros.
Estamos en el mirador.En la imagen de Google Maps vemos la Playa de los Caballos en Cuchía.
La Playa de Cuchía, que está cerca, cuenta con un amplio aparcamiento.
Podemos dejar el coche allí y caminar quinientos metros hasta el mirador cercano a la Playa de los Caballos.
El mirador está en el borde de los acantilados de la costa, que alcanzan bastante altura en esta zona.
Hasta la primera entrada a la playa hay doscientos metros.
A nuestra izquierda tenemos los acantilados que se extienden un kilómetro más alla, hasta la entrada de la Ría de San Martín de la Arena.
Al fondo vemos la costa del otro lado de la ría, en Suances.
A nuestra derecha aparece parcialmente la playa y la Isla de los Conejos.
Nos acercamos por el sendero de la costa.
Hay que indicar que la playa continua por el otro lado del saliente de la izquierda.
La otra parte es mucho más estrecha, con arena en marea baja y de muy difícil acceso.
Aquí tenemos un detalle del sendero de bajada a la playa.
Este es el camino más sencillo y utilizado por la gente.
Hay que caminar por el sendero de la costa hasta esa parte y luego bajar.Hay otra bajada más cercana pero más complicada.
Seguimos por el sendero de la costa.
Como veis está muy próximo al borde de los acantilados.
En este tramo hay una carretera estrecha asfaltada que va desde el aparcamiento y Playa de Cuchía al pueblo, a cincuenta metros de la costa en esta parte.
Ya estamos próximos a la primera entrada.
Vemos la playa de lado desde el sendero de la costa.
Tiene trescientos metros de largo y veinte de anchura en pleamar.
El nivel de ocupación es bajo por todas las dificultades para llegar hasta la arena.
Esta es la otra bajada, la más cercana a la carretera.
La gente ha instalado barras de metal para ayudarse, pero la dificultad es grande.
Mi playa, mientras las fuerzas me permitan bajar. Buen sitio para relajarse y reflexionar.
ResponderEliminarSaludos.
Pues tienes buen gusto Tejón. Además de voluntarioso porque ir a esta playa no es cómodo, pero merece la pena. Un saludo
ResponderEliminar• Un buen reportaje. Muy detallado.
• Las playas, cuanto más inaccesible... mejor. Por eso yo iba a la de Langre.
• Saludos
► CR ► LMA
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Gracias ñOCO Le bOLO. Ahora es muy difícil encontrar playas inaccesibles.Un saludo.
ResponderEliminarMe apunto esta playa. Parece inaccesible pero precisamente por eso es más interesante llegar allí.
ResponderEliminarDificil llegar e inaccesible, pero precisamente por eso más interesante.
ResponderEliminardificil e inaccesible lugar, pero por eso más encantador.
ResponderEliminarHola JAVIER.
ResponderEliminarEsta es una playa de las de antes. Todavía se accede por senderos. Uno más difícil cerca de la entrada para escaladores y otro, al otro estremo de la playa bajando un sendero cerca de acantilados. Es una playa todavía salvaje.
Un abrazo.