Están una a continuación de la otra separadas por un pequeño saliente rocoso que se puede salvar por la arena en marea baja.
Por la costa entre ellas hay dunas con senderos.
Al final de la carretera de acceso desde la CA-231 hay dos amplios aparcamientos, cada uno de ellos más cercano a una playa.
En verano se llenan y muchas veces, sobre todo los fines de semana, solo es posible dejar el coche en el aparcamiento superior, justo en la entrada al Parque Natural.
Nos acercamos por la mañana temprano.
LLegamos al aparcamiento de la Playa de la Playa de Valdearenas.
(Ver entrada de esta la playa aquí).
El día lluvioso y laborable hace que en el aparcamiento haya pocos coches y poca gente por la playa.
Algunas personas haciendo footing y la mayoría al calor del bar cercano.
Ver mapa más grande
La playa se extiende en dos kilómetros hasta la desembocadura de las Ría de Mogro o del Pas. Después da la vuelta hacia atrás a la izquierda en una playa interior a la ría en la zona conocida por el Abra del Pas.
A la izquierda una gran extensión de dunas, protegidas con vallas para su regeneración.
A cincuenta metros desde la parte inferior del aparcamiento vemos el inicio de la Playa de Canallave.
(Ver entrada de esta playa aquí).
Esta playa tiene una extensión que depende enormemente de la marea. En marea baja puede llegar a los seiscientos metros de longitud y cien de anchura pero en marea alta se ve reducida a una pequeña zona en la parte central.
En la Google maps vemos las dos playas en marea alta.
Acercando la imagen vemos a lo lejos las Playas del Madero y de Somocuevas.Caminamos por los senderos hasta el punto de vigilancia de los socorristas en verano, en lo alto del acantilado, al lado de la entrada a la Playa de Canallave.
Vemos la playa hacia el este con dos puntitos en ella, son dos personas haciendo footing.
El desnivel de esta playa es muy pequeño.
En marea alta todo lo que vemos de la playa está cubierta por el mar.
Aprovechando la marea baja, la playa desde abajo hacia el oeste.La playa hacia el este.
como siempre buen reportaje
ResponderEliminarsalu2
Aquí, Lito, estamos con la primera nevada, y tu mostrándome esas playas, que aunque se ven nubes gruesas, siempre invitan al recuerdo de sol, toalla y paseo. Saludos
ResponderEliminarPrecioso reportaje, Lito.
ResponderEliminarYa vi el tema de Mataleñas. Muchas gracias por la información.
Un abrazo.
Me gusta esta visión de la costa. En sí misma, sin aderezos tipical agosto. Es otro mundo,íntimo y genuino.
ResponderEliminarUna preciosa mirada.
Un abrazo
Cristina
Gracias chenfy. Apuntate estas playas para el próximo verano, que apetecerá más que con este frío.
ResponderEliminarSaludos.
Tienes toda la razón Marce. Cauando paseas por ellas te vienen los recuerdos de los buenos ratos pasados en ellas, de tantos veranos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Como bien dices Cris las playas ahora están desprovistas del movimiento del verano, ya no va la gente, están vacías es otro mundo distinto del verano. Las playas siguen ahí, para el que quiera somarse a ellas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Jota Ele.
ResponderEliminarEspero que encontraras lo que estabas buscando.
De estas playas ya habrás oido hablar. Cuando llega el otoño y la lluvia se quedan solas. Pasamos del agobio de gente del verano a la soledad del resto del año.
Un abrazo.
Lito, que preciosa, me gustan las playas en invierno, la ultima fotografía una maravilla otro precioso lugar...un abrazo
ResponderEliminarHola Catarina.
ResponderEliminarLas playas son preciosas en cualquier época del año. Sólo nos acordamos de ellas en verano. Pero están ahí, solitarias, con toda su belleza.
Un abrazo.
Precioso reportaje marino.
ResponderEliminarA mi personalmente me gustan más las playas y el mar en invierno que en verano, hay menos personal y se puede disfrutar más de la naturaleza.
Gracias iglesiasoviedo.
ResponderEliminarYo también soy de la misma opinión. En invierno las playas son más auténticas, más naturales. En verano están muy alteradas por la gente, se modifica su aspecto.
Saludos.