La Playa de la Maruca es una popular playa del municipio de Santander localizada en una pequeña ensenada al norte de la ciudad, en la localidad de Monte.
La distancia al centro de la ciudad es de cuatro kilómetros a través de carreteras estrechas que cruzan Monte y nos conducen hasta un amplio aparcamiento próximo al paseo marítimo y a la playa.
Se encuentra en un entorno semiurbano de chalets separados con amplio terreno verde entre ellos.
Cerca de la playa hay varios bares y restaurantes con muy buena fama de productos típicos de la tierra, carnes y pescado, tanto como para comer y cenar como tomar el aperitivo.
En la imagen de Google Maps vemos la Ensenada de la Maruca.
La distancia al centro de la ciudad es de cuatro kilómetros a través de carreteras estrechas que cruzan Monte y nos conducen hasta un amplio aparcamiento próximo al paseo marítimo y a la playa.
Se encuentra en un entorno semiurbano de chalets separados con amplio terreno verde entre ellos.
Cerca de la playa hay varios bares y restaurantes con muy buena fama de productos típicos de la tierra, carnes y pescado, tanto como para comer y cenar como tomar el aperitivo.
En la imagen de Google Maps vemos la Ensenada de la Maruca.
La historia de ensenada forma parte de la tradición pesquera cántabra ya que la ensenada era un refugio natural de los barcos de pesca en otra época abundantes en esta zona.
Todavía hoy en la parte más al interior de la ensenada hay gran cantidad de botes de pesca que en marea baja quedan varados en el fondo de esta.
La ensenada está protegida al este por una pequeña península.
Se considera que la Playa de la Maruca se extiende por todo alrededor de la península, es decir, por su parte interior a la ensenada y la unión con el muro del aparcamiento y paseo marítimo y la parte exterior con el recodo arenoso que forma con la costa, ahora sólo visible en marea baja. En total cuatrocientos metros de costa.
Hoy vamos a recorrer la parte interior de la ensenada.
Indicar que los temporales que ha sufrido la costa norte de Santander en los últimos años ha hecho que las playas de esta zona hayan perdido la mayor parte de la poca arena que tenían.Por tanto, si ya anteriormente eran playas rocosas con poca arena, ahora esta aparece en pequeña cantidad en ciertas zonas en marea baja.
Comenzamos en la parte más externa de la península a la derecha de la ensenada. Desde aquí vemos la extensión de la playa hasta el muro del paseo marítimo y del aparcamiento.
La gente toma el sol en las rocas.
Al fondo, en el recodo con el muro, un grupo de gente bañándose.
Hacia la derecha apenas hay bañistas, hay muchas rocas que impiden el paso.
Las rocas por donde la gente se coloca son de pendiente suave, planas y cómodas para tomar el sol y descender al agua a bañarse.
A los visitantes les puede parecer extraño que a este conjunto de rocas se le llame playa pero para los santanderinos es muy popular y conocida.
Al fondo, en el recodo con el muro, un grupo de gente bañándose.
Hacia la derecha apenas hay bañistas, hay muchas rocas que impiden el paso.
Las rocas por donde la gente se coloca son de pendiente suave, planas y cómodas para tomar el sol y descender al agua a bañarse.
A los visitantes les puede parecer extraño que a este conjunto de rocas se le llame playa pero para los santanderinos es muy popular y conocida.
Es un lugar muy curioso y típico.
Nos acercamos por el sendero al paseo marítimo.
Esta es la zona en que la gente prefiere bañarse debido a que no hay oleaje ni corrientes.
Cerca del aparcamiento vemos la zona de rocas que hemos recorrido por un sendero próximo a la costa y que nos permite acceder a cualquier punto de esta.
Detrás de nosotros se encuentra el puesto de salvamento que da servicio a esta parte de la península y a la otra separada por treinta metros.
También cuenta con servicio de duchas a la salida de las playas.
Esta es la zona de unión de la península con el muro del aparcamiento y paseo marítimo.
Es la zona preferida de acceso para bañarse.
Se ha colocado una barandilla en las rocas para facilitar la bajada al agua sin resbalarse.
Desde el paseo marítimo la entrada a la ensenada, la playa y la zona de baño.
Recorremos el paseo marítimo hacia el oeste hasta que termina a doscientos cincuenta metros en una rampa de acceso peatonal y para los carros de las barcas, en la parte más interior de la ensenada, donde hay varios botes de pesca que a esta hora, en marea baja, están varados en el fondo.
Aquí el fondo de la ensenada es fangoso, pero se puede caminar fácilmente.
Vemos la cantidad de maromas y cuerdas que sirven para asegurar los barcos a la costa o a los muertos en el fondo.
Este es el riachuelo que ha dado lugar a la ensenada.
Antes de llegar a esta, hay una pequeña presa y un molino de agua, Molino de Aldama, reconvertido en vivero de marisco.
Desde la carretera de acceso y cerca de los bares y restaurantes próximos a la ensenada tenemos una vista magnífica de esta y del monumento al pescador.
• Me he estado paseando por tu blog y veo que te has pateado toda la costa próxima a Santander.
• Muy buena esa idea de localizar los lugares con el Google Maps, o Earth.
• En fin, tienes una serie de reportajes estupendos.
• Saludos
► CR ► LMA
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