Es un sendero de tierra que discurre a poca distancia del borde de los acantilados por lo que hay que tener prudencia.
Tiene una longitud de seiscientos cincuenta metros.
En la entrada anterior vimos como llegar a la Playa de la Arnía.
El sendero comienza en el aparcamiento superior, cerca de dos bares restaurantes que hay en ese lugar, o si preferimos en la rampa de bajada a la playa a unos venticinco metros del inicio. Nos sirve de referencia del inicio del sendero la presencia de un cartel explicativo de la flora y fauna del lugar.
En el siguiente mapa de Google Maps está marcado el recorrido del sendero.
Este es el cartel explicativo.
Detrás está el aparcamiento público ( al lado hay uno privado de pago ), a la izquierda vemos un sendero que viene de la rampa de acceso a la playa y a la derecha comienza nuestro sendero.
Detrás está el aparcamiento público ( al lado hay uno privado de pago ), a la izquierda vemos un sendero que viene de la rampa de acceso a la playa y a la derecha comienza nuestro sendero.
Desde aquí vemos las rocas al norte de la playa y a la izquierda la plataforma de abrasión.
En la entrada del día anterior vimos la Playa de la Arnía y la plataforma de abrasión en marea baja.
Hoy la marea está alta y vemos la diferencia del nivel del mar.
Al comenzar el sendero a la izquierda está la plataforma de abrasión totalmente cubierta por el mar.
La Playa de la Arnía reducida a la zona de la derecha de arena seca.
Mirando de frente al sendero vemos la Isla del Castro.
En marea baja está unido a la costa por un tómbolo de arena.
El camino sigue la línea de la costa hasta el saliente que vemos enfrente de la isla y después gira a la derecha.
Nos alejamos de la Playa de la Arnía.
Son las 18:00 horas y vemos que la ocupación en un día soleado entre semana no es alta.
Aquí vemos la Isla del Castro y el sendero por donde caminamos.
Esta parte es la más ancha.
La mayor parte del sendero es estrecho y sólo permite el paso de una persona a la vez.
La distancia al borde del acantilado es de uno a cuatro metros.
Dejamos atrás la Playa de la Arnía
Desde aquí tenemos una vista de parte de Costa Quebrada con sus urros característicos.
La Isla del Castro.
En marea baja hay personas que se acercan a ella por la arena del tómbolo.
Hay que controlar las mareas para poder cruzar de vuelta a pie. Hay que saber nadar muy bien para alcanzar la costa.
Es mejor esperar a que baje la marea.
Observando detenidamente, debajo de la grieta inclinada a la derecha hay una persona en las rocas esperando a que baje la marea.
Con la marea alta la parte más alejada de la playa se reduce mucho. Sólo queda un espacio de arena muy pequeño.
Se ve una sombrilla y gente en esa zona que para salir tiene que esperar a que baje la marea.
Esta es la zona de la Playa de Covachos que en marea baja se une con la isla.
La parte de la Playa de Covachos más próxima a la entrada .
El sendero se acerca bordeando la playa por los acantilados de detrás.
Aquí vemos la separación entre la Isla del Castro y la Playa de Covachos.
Como veis el sendero continúa por la costa hasta la Playa de San Juan de la Canal en Soto de la Marina.
Este artilugio que nos encontramos en el acantilado de la playa, cerca del final de este sendero, se utiliza para sacar de la playa el alga roja aquí conocida por caloca, utilizada en la industria alimenticia, farmacéutica y cosmética.
En los meses de otoño, con las grandes mareas, es el mejor momento para recoger estas algas.
Hay que secarlas al sol y después elevarlas para su transporte.
Este artilugio que nos encontramos en el acantilado de la playa, cerca del final de este sendero, se utiliza para sacar de la playa el alga roja aquí conocida por caloca, utilizada en la industria alimenticia, farmacéutica y cosmética.
En los meses de otoño, con las grandes mareas, es el mejor momento para recoger estas algas.
Hay que secarlas al sol y después elevarlas para su transporte.
Por el estado en que se encuentra y los restos de algas a su alrededor todavía está en uso.